martes, 9 de diciembre de 2008

CONSTITUYENTE O ASAMBLEA REVISORA


Introducción.-

Les confieso que la obligación de cumplir con el mandato estatutario del Colegio de Abogados de la República fue lo que me sacó de la apatía a todo este proceso de bulliciosa inquietud que ha envuelto a la mayoría de la opinión en relación con la propuesta de reforma constitucional formulada por el Sr. Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández Reyna.

Se comprende que toda la militancia política mayoritaria, gobierno y oposición, esté involucrada; el partido de gobierno y sus aliados buscando reforzar su control del país en la nueva versión constitucional, con su secuela de beneficios políticos, económicos y sociales y los partidos mayoritarios de oposición , buscando evitarlo o lo mismo, sólo que a su favor. Pero también que minorías políticas, culturales y religiosas, vean una oportunidad para lograr, consolidar o ampliar derechos.

Como siempre es fuerte la presencia de una minoría comprometida con el cambio social, la que no desperdicia trincheras para presentar al pueblo la opción de conciencia Minoría comprometida que se encuentra aun dentro de 1 grandes partidos pero principalmente al margen de los mismos.

Lo mas importante de estas reflexiones introductorias es que debemos estar muy conscientes de que la ley, en este caso la Constitución, es hechura y es instrumento de las clases y grupos dominantes, los que no cederán graciosamente sus mecanismos de control social. De ahí que, como veremos mas adelante. Asamblea Revisora les garantiza la continuidad de mientras que la Asamblea Constituyente lo pone en . trata de apelar a ideologías y mucho menos a p . entre las muchas definiciones de la políticos ilustran sobre esta situación: Tomas Moro, autor de La Utopía,
Escogería que la política es la ciencia del bien gobernar, mientras Joaquín Balaguer diría que es la ciencia de las realidades.
Entontes, no se trata de ser apático o pesimista cuando uno se aparta de tan ilusa competencia de opiniones y pretensiones. Es ilusa porque a través de la Asamblea Revisora, que es lo que contempla la ley propuesta, se harían remiendos, algunas actualizaciones, en el mejor de los casos; pero jamás se cambiaría el traje; no se harían profundas modificaciones. Toda esta parafernalia alrededor de la reforma constitucional tiene un mérito y un motivo. El mérito es sin duda ni discusión que la mayoría de la población sabe que el país tiene una constitución, y mas o menos lo que significa. la explicación del motivo u objetivo de presentamos la reforma constitucional en estos momentos, dentro de la situación que vive la nación y los demás pueblos del continente y del mundo, pero especialmente en la forma que se hace y se propone es seguro que nos va a dividir.
No quiero parecer irrespetuoso de los organizadores de este evento sobre la Reforma Constitucional, y tampoco de aquellos que, contratados o no, como equipo técnico en la elaboración de la formula del Presidente Fernández, hicieron un trabajo altamente calificado tanto sobre la exposición e interpretación de nuestro sistema y ordenamiento jurídico político como también de los pretendidos cambios que se proponen.
Pero, por ese mismo respeto que les guardo, por sobre todas las consideraciones, debo ser sincero y coherente conmIgo mismo para cumplir con el deber impuesto por el Colegio de Abogados y contribuir con ustedes con una reflexión original; lo que quiere decir que, sin favores ni temores, mi exposición no estará sujeta ni condicionada por simpatías o aversiones.
Agradezco a los organizadores la oportunidad de pertenecer aun equipo tan formidable y acreditado de panelistas para esta ocasión por lo que estoy obligado a no desperdiciar ese amplio margen de libertades que me han dado. Por ello, ruego a ustedes su atención y su paciencia.
Constitución.-
Aunque parezca baladí hacer hincapié en el significado de la palabra Constitución, sus características, contenido y vigencia en las instituciones políticas dominicanas, va a ser interesante para nuestras conclusiones un pequeño estudio comparado en sus diversos campos de aplicación.
La Constitución es como una acta de nacimiento de una persona, sólo que en este caso se amplia a la colectividad, a la nación y así como en el caso de la persona se nos definen una serie de rasgos propios, género, procedencia, etc. para poder identificamos, de igual modo la constitución de un Estado expresa una serie de características que definen al tipo de país al que se aplican y por ende a sus ciudadanos y su modo de convivencia social, esto es, su sistema político cuando esa constitución está en vigencia , el Estado recibe el baño de la institucionalidad que no es mas que la calidad, el carácter de lo institucional.
Las instituciones son creaciones para dar vida estable a un proyecto, político, religioso, jurídico, comercial, proyecto de nación, de país, de Estado, por ejemplo. En este últin¡o caso la creación sería de los principios fundamentales y organismos esenciales para su funcionalidad. Los principios, la doctrina, la ideología que lo define, que lo tipifican, son características que le dan identidad; lo que se hace mediante un instrumento jurídico que es a lo que llamamos Constitución. Pero ese instrumento jurídico no solo debe darle su identidad sino que también debe garantizar su funcionalidad y para ello debe crear los organismos funcionales dentro del organismo concebido. Se concibe el Estado, se le identifica y se crean los órganos para su funcionamiento. Pero, para que la identidad sea real ese funcionamiento debe estar de acuerdo con los principios que la definen porque de lo contrario la identidad entra en crisis. El tipo de Estado que creemos tener entra en crisis. Por esta razón la_~ Constitución supone una organización que armoniza el concepto con su aplicación. Como vemos hasta ahora, en la vigencia de una constitución, en la institucionalidad de un Estado, aparecen tres factores: identidad, organización y funcionamiento.
En el factor identidad aparecen tres derivaciones?: lo dogmático, lo doctrinal y lo ideológico .
Lo dogmático es lo fundamental e inmutable en la Constitución, por ejemplo, la forma de gobierno que siempre será democrática, republicana y representativa; en lo doctrinal e ideológico confluyen tanto los valores acumulados como los que son el producto de los cambios políticos y sociales.
En el factor organización aparecen los organismos rectores de las diferentes funciones del Estado y sus atribuciones; y aunque en la redacción del proyecto de reforma se evita como cuestión dogmática atarse a la fórmula tradicional (de Montesquieu de los tres poderes del Estado, en la práctica no podrá ser de otro modo: Elaboración de las reglas, ejecución de las reglas y juicio o control de las reglas y su aplicación, esto es, legislativo, ejecutivo y judicial.
Por supuesto, que estos estatutos, estas reglas fundamentales, esta constitución, para su validez, supone una voluntad aprobatoria de quien o quienes tienen la calidad para ello. En el caso de un Estado democrático, requiere del consentimiento de sus ciudadanos.

Aquí tenemos un cuarto factor: la aprobación de los ciudadanos porque si hablamos de una democracia nos referimos a un sistema, a un gobierno del pueblo, por el pueblo y para él pueblo, como expresara Abraham Lincoln.
Por esta misma causa esta aprobación debe ser permanente por lo que una constitución democrática contemplará los instrumentos que obliguen a los gobernantes a apoderar al pueblo en cuestiones fundamentales como también los que permitan al pueblo, al ciudadano, accionista primario de la democracia a empoderarse de todo lo que le concierne como tal, aun en caso de negación de las autoridades.
Seria utópico pretender el ejercicio de la democracia directa como en la época de las ciudades-estados griegos, cuando por su número, los ciudadanos eran convocados al ágora para decidir. Con el crecimiento de la población el sistema democrático creó mecanismos de representación indirecta pero no prohibió la participación directa cuantas veces fuere necesario en las formas y medios posibles, lo que parece tabú para nuestros gobernantes. Me refiero al referéndum y al plebiscito en los asuntos nacionales y a las asambleas locales participativas en el nivel municipal.
La armonía funcional de todos esos factores es lo que da a la democracia institucionalidad, funcionalidad y permanencia. Esta armonía requerirá, como condición sine qua non para la vigencia de un verdadero Estado democrático, de la coherencia entre la identidad, organización y funcionamiento; pero, aún más, la aprobación y participación popular permanentes y garantizadas.
La Reforma.-
Se reforma o se cambia, lo que per sé no está bien o lo que su dueño, esté bien o esté mal, cambia o reforma caprichosamente o porque le deja algún beneficio.
La Constitución de la República Dominicana ha sido reformada treinta y siete veces. Unas veces hubo justificación como cuando recuperábamos la soberanía del país como es el caso de la anexión a España y de las dos intervenciones norteamericanas o cuando salíamos de un régimen dictatorial o en medio de grandes crisis. Los últimos ejemplos de estos casos, lo son la Constitución de 1963 del Prof. Juan Bosch a la salida de la tiranía de Rafael Trujillo y la de 1966 de Joaquín Balaguer, a la salida de las tropas interventoras durante la revolución de 1965. La primera inspirada en el pensamiento liberal, contrapartida democrática a la dictadura de Rafael Trujillo y la segunda dominada por el pensamiento conservador y como respuesta a los postulados de la sofocada Revolución de Abril del año anterior. La reforma de 1994 fue el producto de una transacción para resolver una crisis política. Pero, en la mayoría de los casos ha imperado la ambición desmedida de los que gobiernan buscando perpetuarse en el poder. Con tan ilegítimos objetivos, en un sistema como el nuestro de falsa democracia, o en el tipo de democracia que padecemos, si motivación ético-política, es lógico que cuando cambia la correlación de fuerzas políticas, el nuevo grupo dominante pretenda hacer lo mismo que el desplazado pero en su beneficio. Si estos son los objetivos, con algunas conquistas justificadoras, no valió la pena tanta movilización, tanto montaje, tanto gasto, para obtener más de lo mismo.
Parecería que nos oponemos a una reforma constitucional pero no es así; nos oponemos a las reformas oportunistas, aunque estas siempre conllevan una dosis de conquistas para justificadas, porque crean ilusiones en la ciudadanía y después frustraciones y, al final, cuando nos damos cuenta del error ya el daño está hecho.
Recuerden que dije: tipo de democracia que padecemos, no tipo de democracia que disfrutamos. Si los valores de la democracia estuviesen vigentes en el sistema que nos rige yo no diría lo mismo. No es mi tema analizar una conquista propuesta en la reforma como la autodefinición de Estado Social Democrático de Derecho ya que sabemos que la identidad, la definición sin la praxis es una utopía. Si no se crean los mecanismos para hacer realidad esa aspiración estaríamos confirmando los que hemos tenido la alternabilidad de falsas democracias y dictaduras, salvo fugaces excepciones.
Si hay algo peor que una dictadura es una falsa democracia. Un pueblo con vocación de libertad asume el derrocamiento de la dictadura, al costo que sea. La falsa democracia lo confunde, lo frustra y lo pervierte. Y esa perversión es imperdonable porque su efecto dura generaciones, crea cultura. Y, peor aun, deforma al pueblo para que actúe contra sí mismo, contra su régimen natural de convivencia social que es la democracia, sistema que como dijera alguien, creo que fue Churchill, no es el mejor sistema político que pueda inventarse, pero es lo mejor que se ha inventado, es lo mejor que existe.
De una treintena de valores, de derechos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que todas las democracias hacen suyos hay dos por los que un hombre, una mujer sacrificarían su vida: La libertad y la seguridad.
Nuestros guerrilleros y revolucionarios no tomaron las armas por el derecho a comer, a tener ropa o techo ni algo tan fundamental como la salud y la educación pero si por la libertad. No matan o mueren por otros derechos pero sí por su seguridad y la de su familia.
La pérdida de estos valores por perversión del sistema Político es lo peor para la democracia y no se resuelve con simples reformas en las letras de la Constitución.
Que nadie crea que estoy pensando exclusivamente en el partido de gobierno, estoy pensando en todos los partidos importantes del sistema, los que se manejan como una cosa nostra, los que han secuestrado las instituciones políticas del Estado, los gremios de profesionales, los sindicatos las ONG, etc. y , desnaturalizándolas de su rol natural, las han convertido en tiendas y colmadones de sus negocios partidarios.
No espero que la prepotencia que exhibe la mayoría de nuestros principales líderes políticos les permita otorgar siquiera algún valor a estas observaciones; tampoco lo aspiro porque su actitud los acerca mas al fin de su hegemonía como ha pasado en varios países de América Latina, como ha pasado en los propios Estados Unidos.
El Partido más numeroso no es el PLD, a pesar de haber ganado las elecciones pasadas, es el DLM cuyas siglas significan Dame Lo Mío Lo que revela una alarmante falta de conciencia ciudadana. Promovida desde fuera y desde dentro de los partidos por grupos con poder económico para donar adeptos sin conciencia crítica, sin identidad ciudadana. Afortunadamente dentro de esos mismos partidos y principalmente fuera de ellos se mantiene una lucha tenaz por los valores democráticos. A los primeros les toca rescatar a sus partidos y a los segundos aglutinarse a pesar de sus resabios.
Claro que contra todas esas lacras sociales, estoy de acuerdo con una Reforma Constitucional.
Forma de la Reforma (Asamblea Constituyente o Revisora?).
Con estas reflexiones pienso aterrizar en el tema que me encomendaron, cuyo desarrollo hubiese sido excesivamente corto si no los hubiese arrastrado a todos ustedes conmigo al muro de los lamentos.
Asamblea Revisora.
La Asamblea Revisora es casi siempre un instrumento útil del conservadurismo, de protección al Statu Quo, al stablischment, a las clases y grupos dominantes. Es el reflejo de la vocación natural de los que disfrutan de la posición que tienen por conservarla pero al mismo tiempo los identifica como servidores, como comprometidos con un sector social y no con toda la población.
Nuestra Constitución vigente establece la forma de reformar la constitución. En sus artículos 116 al 120 señala como mecanismo la Asamblea Revisora y lo dice de esta manera:
"Art. 116.- Esta Constitución podrá ser reformada si la proposición de reforma se presenta en el Congreso Nacional con el apoyo de la tercera parte de los miembros de una u otra Cámara, o si es sometida por el Poder Ejecutivo."
Es lo que ha hecho el Presidente de la República.
"Art. 120.- La reforma de la Constitución sólo podrá hacerse en la forma que indica ella misma, y no podrá jamás ser suspendida ni anulada por ningún poder ni autoridad ni tampoco por aclamaciones populares."
De la economía de estos dos artículos deducimos que tal y como está establecido en la Constitución vigente, si nada cambia al respecto, la reforma se hará mediante la Asamblea Revisora.
En la actualidad existen dos proyectos de ley ambos amparados' en la iniciativa establecida en el Articulo 116 de la Constitución vigente. Uno ha sido depositado por el Presidente de la Republica y otro por los diputados del Partido Revolucionario Dominicano. Dada la correlación de fuerzas políticas en el Congreso Nacional, más los amarres hechos por el Presidente con legisladores del Partido Reformista , se da por descontado que se aprobara la propuesta del Dr. Leonel Fernández.
Si la sociedad política prevaleciente no desea hacer cambios profundos a la actual Constitución utilizará el mecanismo de la Asamblea Revisora y aún algunos sectores que fingiendo estar del lado de la constituyente saben que su posición no variará el resultado. Tanto el PRD como el PLD siempre han propugnado por la Asamblea Constituyente cuando han estado en la oposición pero cuando asumen el gobierno, repito ambos, han optado por la Asamblea Revisora. La razón es muy simple, es cuestión de realidades políticas, como decíamos al principio. La Asamblea Revisora les permite a los tres, PLD, PRD y PRSC mantener el control y negociar entre las tres cúpulas partidarias los cambios a introducir, lo que no dejaría de ser un procedimiento democrático si hubiera democracia interna en los partidos; si no hubieran mordazas o favores económicos. Es que no ser perciben grandes diferencias entre los tres y tampoco sus propuestas de fondo son distintas.
A pesar de lo que hemos afirmado sabemos que la propuesta del Partido Revolucionario Dominicano manifiesta disidencia con el planteamiento anterior.
Si se aprueba el proyecto de ley de convocatoria a la Asamblea Revisora como lo ha propuesto el Presidente de la Republica, la reforma será exclusivamente sobre los artículos que el ha señalado en su proyecto y los legisladores no podrán incluir otras Propuestas de reforma a otros artículos a diferencia de la Asamblea Constituyente en la que el poder constituyente es soberano.
En el caso de la Asamblea Revisora son los propios legisladores actuales los calificados por la propia constitución vigente para hacer la reforma. Mientras que en el caso de la Asamblea Constituyente , sus miembros serian elegidos directamente y para esta única funciono.
Algunos se preguntaran: ¿Para que hablamos de Asamblea Constituyente si no es posible?
Pero, si es posible, legalmente posible, solo que habría que hacer dos reformas. La primera para modificar la forma de reformar la Constitución, estableciendo la Asamblea Constituyente en la primera reforma estableciendo la forma en que son electos los constituyentes y luego promover su convocatoria . Una vez instalada la Asamblea Constituyente es soberana para decidir sobre cualquier asunto. Por eso es peligrosa para los que tienen el control.
De enero próximo en adelante es muy probable que estemos viendo instalada a la Asamblea Revisora conociendo la agenda de reformas del Presidente de la Republica.
La Asamblea Constituyente.
No es cosa del otro mundo. Por un lado se la ha querido presentar como la panacea que resolvería todos los problemas institucionales nacionales y, por el otro, como un tomado que arrasaría con todo el ordenamiento jurídico político del país. Pero no es lo uno ni lo otro.
Desde que se aprobó la primera Constitución para la Republica Dominicana, la del 6 de Noviembre de 1884, ha sido modificada 3 7 veces, siendo la última la del 25 de Julio del 2002.
De todas ellas, incluyendo la primera, 21 se han hecho mediante el mecanismo de la Constituyente, dos mediante acta institucional (1876) y acto institucional (1965) y solo 16 por vía de la Asamblea Revisora.
Pero para que el cuadro quede mas completo antes de reflexionar sobre cuales motivos justificarían una nueva constitución por vía de una Asamblea Constituyente, debemos considerar que quienes van a elegir a los constituyentes son los mismos peledeístas y sus aliados, los mismos perredeístas y sus aliados, los mismos reformistas sin aliados y los otros que somos una minoría muy dividida estructuralmente aunque coincidamos en la mayoría de los propósitos. Lo que debemos preguntamos es si tenemos suficientes razones para convencer a la población de que es necesario una renovación profunda del sistema y de los principios que lo rigen e identifican, esto es, una refundación del Estado Dominicano.
Después de las razones, que las tenemos, debemos saber con que contamos, 10 que implicaría trazar una estrategia de alianzas de amplia base popular que definitivamente tendría que incluir sectores del partido de gobierno y aliados, de todos los de la oposición , gremios de profesionales, centrales sindicales, de las iglesias, clubes, movimientos sociales y comunitarios, cooperativistas, grupos políticos sin reconocimiento legal de la Junta Central Electoral, etc ..

No descartamos que aparezca quien diga: no quiero peledeístas, perredeístas y reformistas en la Constituyente. Bueno, pues olvídese de una Asamblea Popular Constituyente porque ellos son no, es seguro que Ud. no convencerá al Dr. Leonel Fernández ni a. los dueños del PRD y del PRSC de la necesidad de una profunda reforma institucional pero puede estar seguro de que dentro de esos tres grandes partidos hay muchos que la desean. Y no solamente la Constitución del país sino también de sus propios partidos.
Razones para una Refundación del Estado,
Después de la segunda mitad del siglo pasado surgieron movimientos sociales de aparente poca significación en los mismos centros del poder mundial, como el movimiento hippy en los Estados Unidos y la rebelión estudiantil en Francia, concomitantemente con ellos ,otros de mayor relevancia como la derrota de los Estados Unidos en Vietnam, la derrota de la Unión Soviética en Afganistán, la caída del muro de Berlín, el desmembramiento y desaparición de la Unión Soviética, las mas recientes perdidas de los Estados Unidos en América Latina unidas a su impotencia en cambiar el régimen cubano, los atentados del 11 de Septiembre del 2001, Irak y otros.
y decimos de aparente poca significación porque lo que aparentemente eran protestas aisladas desataron una ola expansiva, que uniéndose a las pequeñas derrotas de las dos superpotencias mundiales, significaron a la larga crisis y derrotas para sus dos grandes sistemas justificatorios, el comunismo y el capitalismo, al menos, en la aplicación que conocemos.
Pero al mismo tiempo y al margen de los tabúes avanzó la ciencia acreditándose una revolución tecnológica increíble que puso en manos de la población instrumentos inimaginables. Para entrar en la parte final, pongamos un solo ejemplo: quito el privilegio del uso de móviles (celulares) a presidentes y generales y los puso en manos de limpiabotas y trabajadoras sexuales, desde el gerente hasta el campesino. Un campesino dominicano puede comunicarse sin complicaciones con un campesino de !a Siberia, o de Kenia que esta de moda con la elección de Obama.
Eso significa que los movimientos sociales surgidos y las rebeliones de pueblos e individuos han hecho tambalearse el orden establecido, el statu quo, el sistema vigente. Que un nuevo hombre, mujer o niño han surgido en nuestras narices sin damos
cuenta y porque no se dan cuenta nuestros gobernantes es que siguen haciendo el mismo cuento.
América Latina5 y dentro de ese contexto geográfico y cultural la Republica dominicana, tiene sus opciones muy definidas, en el orden cultural, o se identifica o desaparece , porque hay otros mas grandes que nos tapan; en el orden científico o se educa o se queda atrás, es libre o es sirviente, porque el mundo no va a esperar por nosotros; y, en orden político, o se une o se hunde, porque la voracidad de los grandes bloques no actúa por caridad.
Hoy tenemos un ser humano, en el mundo y en nuestro país con grandes desafíos externos y grandes conflictos internos. Como competir en un mundo globalizado, necesidad y realidad que supera nuestra voluntad, y al mismo tiempo conservar mi identidad, mis valores, mis creencias, lo que soy.
Si como me advierte a menudo uno de mis hijos, Fernando: Papi, el mundo cambió; cómo armonizamos los cambios en el mundo, con lo que vale de lo que hemos sido y lo que somos; cómo garantizamos su desarrollo y su progreso, sin perder nuestra dominicanidad.
Las naciones están renunciando a un gran porcentaje de su soberanía en beneficio de su capacidad de competir en el mundo globalizado. Todos sabemos que los tratados internacionales se imponen a las leyes nacionales de ahí que las propias reformas deberán tomar en cuenta este factor, la madurez del Liderazgo político debe preverlo. Este juicio señala que aun sobre nuestras mejores intenciones primaran realidades políticas internacionales. Tanto la realidad política nacional como también el orden internacional nos confirma que una cosa es la reforma que queremos, otra es la que se debe hacer y otra la que se puede hacer.

Parecería, entonces, que hay contradicción en nuestro
planteamiento. Pero no es así si tomamos en consideración los aspectos siguientes:
1- Hemos comprobado que vivimos en un mundo en una profunda crisis, que la región esta en crisis, que el país esta en crisis y que el ciudadano dominicano esta en crisis.
2- Que la crisis que afecta al ciudadano dominicano no solo es institucional, no solo es de calidad de vida o de debilidad de sus derechos fundamentales sino también de perdida de sus valores personales, familiares y sociales; pero aun mas, de descalificación de sus derechos políticos en la democracia formal. 3- Que la actual reforma, mediante la Asamblea Revisora, no establece ni podría aprobar mandamientos de ética política que controlen o sancionen iniciativas y disposiciones del poder concentrado en el Presidente de la Republica, lo que hace impracticable el proyecto de democracia real.
4- Que esta en serio peligro la convivencia social pacifica, presentándose la violencia y la criminalidad como una guerrilla social.
5- Que el temor e inseguridad de los ciudadanos ante la violencia criminal les impide o limita en demasía el disfrute de sus derechos humanos. Y un montón de señalamientos que nos obligan a concluir que padecemos una profunda crisis que amerita un profunda reforma.
Las grandes crisis no la pueden resolver los gobiernos sin una participación activa y permanente de sus ciudadanos , lo que nos lleva a preguntamos: ¿ Que tipo de ciudadano queremos? Y sobre la respuesta debemos priorizar en una reforma.
Pero no solo hablamos de un ciudadano para un Estado sino también de un Estado internacional y dentro de reforma partiendo de limitaciones.

perteneciente a una comunidad esa realidad tenemos que hacer una nuestra posibilidades y nuestras

Bueno este es el marco legal, porque si seria una contradicción que nos neguemos nuevas opciones y continuemos como Estado parásito del viejo orden, cuando observamos el fenómeno que se esta produciendo en América Latina como respuesta al " te unes o te hundes". La Opción Bolivariana no tiene que ser necesariamente la solución pero no hay dudas de que es una iniciativa ejemplarizadora y el próximo Estado Dominicano producto de una verdadera reforma tiene que crear mecanismos para integrarse a los esfuerzos regionales de integración.
Por todo lo que hemos dicho tenemos que asumir que las deficiencias e hipocresías no solo están alojadas en las autoridades del Estado, están en los partidos de oposición, esta en nosotros mismos, por lo que ,los esfuerzos para promover una Asamblea Popular Constituyente que nos reconstruya nos corresponde a todos.
Al Principio les dije que quería contribuir con una reflexión original, pues bien, sin animo de ofender, y si así fuera, presento mis excusas, quiero concluir con una extremadamente original.
¿Como veo yo nuestra democracia? Como a una mujer muy hermosa, elegantemente vestida exquisitamente perfumada ... pero no se baña. De tanto tiempo de no hacerlo tiene piojos en la cabeza y niguas en los pies. Es necesario bañarla de arriba abajo. Es imprescindible una Asamblea Popular Constituyente.
Muchas gracias,
Fernando Hernández Díaz

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