APRECIADOS PARTICIPANTES DEL 7º CONGRESO FICAA, Colegas y Hermanos:
Siento mucho no poder estar con todos ustedes intercambiando conocimientos, experiencias y "preparando futuros" con la esperanza que hoy brinda una América Latina fuerte e independiente
Problemas de salud me impiden hacerlo, pero eso no obsta para que los integre en un fuerte abrazo, incluyendo --en un primer lugar-- a mis amigos Haitianos, tan castigados tanto por la naturaleza cuanto la desidia de los gobernantes.-
El tema que se ha elegido para desarrollar este evento académico tiene, en alguna forma, la antiguedad del hombre en la tierra; y existen también aspectos modernos, sofisticados, siempre crueles para la mayorìa silenciosa.
Como abogados no podemos olvlidar que --para corromper , al igual que para bailar un tango, hacen falta dos-- Dos partes, motivadas por el ruido del dinero y el sabor del poder. Por ello, en tanto no encontremos los humanos la forma de poner límites a nuestras groseras y personales ambiciones, la corrupción se quedará amparada con carta de ciudadanía del Mundo.
Tqmpoco podemos olvidar que cada hecho tiene una causa que lo genera; y por ello es tan difìcil darle contenido filosòfico al "terrorismo".
Eso porque hay quienes sostienen que la invasión a los Pueblos, la matanza de personas, las privaciones de libertad, la tortura y tantas formas de degradación de las personas y violación a los Derechos Humanos, pueden ser legales y ampararse en el "estado de Derecho", buscando legalidad en cuestiones que podrían --dentro de un verdadero sistema de Derecho--, ser solucionadas con humildad pero firmeza, en una mesa de negociaciones.-
"La Fuerza es el Derecho de las Bestias" es un viejo apotegma que, no podemos despegar de la realidad circundante-
Ya cerrando éste saludo, les digo que No es otra mi intención que el de llegar a todos ustedes en ocasión de éste nuevo encuentro para deciles que:
El Congreso que yo había imaginado debía o podía haberse realizado en Buenos Aires, acompañándonos todos ustedes en los festejos por los doscientos años de independencia que -ya casi- culminan.-
Vds. se merecían que el Pueblo argentino y la comunidad de los hombres y mujeres del Derecho los conocieran e intercambiaran solidaridad.
Por ello, y aún en "ausencia" (por No presencia), sigo sosteniendo la idea e intención siguiente:
que algún próximo Congreso, lo realicemos en Buenos Aires, sumando Colegas argentinos y de países limítrofes, para lo cual necesitaremos apoyo -real y suficiente- del compromiso de todos en la legitimidad e intetés del encuentro.-
Con un fuerte abrazo los saludo,
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